Cómo cuidar tus prendas Mirash para que te acompañen por años
En Mirash creemos en las cosas bien hechas y bien cuidadas. Por eso, cada prenda que creamos está pensada para durar, para acompañarte temporada tras temporada, sin fecha de vencimiento.
Son piezas únicas, hechas a pedido, con materiales nobles y una construcción que respeta los tiempos del cuerpo y del diseño. Pero también necesitan de tu atención, de ese cariño silencioso que hace que algo se preserve y se transforme en un objeto querido.
Acá te compartimos algunos cuidados simples para que tus prendas Mirash vivan largo tiempo con vos:
1. Lavado consciente
Preferí siempre el lavado a mano o en ciclo delicado, con agua fría . Usá un jabón neutro, sin perfumes fuertes ni químicos agresivos.
💡 Tip: Si la prenda tiene textura o detalles delicados, colócala dentro de una bolsita de lavado.
2. Secado natural
Evitá el secarropas: el calor excesivo puede alterar las fibras y acortar la vida útil de la prenda.
Extendela en una superficie plana, a la sombra, para conservar su forma original y evitar que se estire o decolore.
3. Guardado con intención
Colgá las prendas estructuradas ( vestidos con forma) y doblá las más livianas.
Mantenelas en un espacio ventilado, y si querés sumar un detalle poético, podés usar bolsitas de lavanda o cedro para perfumar y proteger de insectos naturalmente.
4. Reparar antes que reemplazar
Una costura suelta, un botón que se cae… Son señales de uso, no de desgaste. Reparar es también un acto de amor hacia lo que elegiste vestir.
Podés contactarnos si necesitás asesoramiento sobre cómo hacerlo. Nos encanta saber que nuestras prendas siguen en movimiento.
5. Rotar, reinventar, resignificar
Una misma prenda puede habitar muchos roles: con zapatillas o con botas, en verano o en invierno, suelta o ceñida.
Te invitamos a redescubrirla cada vez, a darle una nueva lectura. Eso también es parte del diseño atemporal.
Porque cuidar una prenda también es cuidarte a vos misma: elegir lo que va con tu forma de habitar el mundo.
Gracias por elegir piezas que duran, que dicen algo, que son parte de tu historia.